10 Octubre 2017 By: Ing. Daniel Anaya El cielo es el límite: los rascacielos súper y mega altos La tendencia comenzó en Manhattan en 1930. En ese año, el edificio Chrysler alcanzó más de 300 metros y se convirtió en el primer rascacielos súper alto del mundo, estableciendo un nuevo punto de referencia para la arquitectura aérea. A lo largo de los siguientes 80 años, cuarenta y nueve más se sumarían a la lista. Ahora, sorprendentemente, encontramos que ese número se ha duplicado en tan solo un lustro. Entre 2010 y 2015 se construyeron y entraron en servicio cincuenta nuevos rascacielos súper altos, siendo el centésimo de ellos, la Torre 432 Park Avenue, en Nueva York con 425.5 metros de altura, el séptimo en “La gran manzana” y la torre completamente residencial más alta del mundo. Aunque este edificio, diseñado por Rafael Vinoly, desarrollado por CIM Group y Macklowe Properties e inaugurado el año pasado, no puede contarse entre los primeros quince más altos del mundo, su simbolismo no puede ser exagerado, ya que ha marcado una coyuntura muy significativa dentro de un asombroso periodo de rápido crecimiento de la arquitectura que ha coincidido con los auges económicos de Medio Oriente y Asia. Es claro que desde el cambio de siglo, la construcción de rascacielos giró hacia el oriente. Hace un año, 22 edificios en los Emiratos Árabes Unidos tenían más de 300 metros de altura y 36 en China, aunque solo uno de los de los Emiratos fue construido antes del año 2000 y solo seis fueron finalizados en China antes del milenio. Tres proyectos actualmente en construcción, el Suzhou Zhongnan Center y El Wuhan Greenland Center, ambos en China, y la Torre KL 118 en Malasia, superan los 600 metros, por lo que califican como edificios mega altos, lo que representa el último estándar para los rascacielos extremos. Pero si de desafiar la gravedad se trata, el cielo es el límite. Actualmente, Arabia Saudita posee el Makka Royal Clock Tower, el tercer edificio más alto del mundo; China ostenta el segundo lugar con la Shanghái Tower y Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, ha conservado el récord del edificio más alto del mundo desde 2010, con el Burj Khalifa, de 828 metros de altura. Sin embargo, se ha planeado que eso cambie cuando la Kigdom Tower que se construye en Yeda, en Arabia Saudita, se termine en 2018 y se convierta en la primera estructura hecha por el hombre que sobre pase un kilómetro de altura.